Judiciales y Policiales
Narco asesino al volante

Cinco años de cárcel a narco misionero que atropelló y mató a una estudiante en Corrientes mientras huía de Prefectura

El condenado por atropellar y matar a la joven estudiante iba en un auto que estaba cargado con casi 300 "ladrillos" de marihuana.

Marcelo "Botica" Ferreyra, oriundo de San Javier, Misiones, fue condenado por el Tribunal Oral Penal de Santo Tomé a cinco años de prisión efectiva y diez de inhabilitación para conducir, tras ser hallado culpable de atropellar y matar a una joven estudiante mientras intentaba escapar de un control de Prefectura, en un hecho ocurrido el 22 de mayo de 2024.

El acusado, de 38 años y con antecedentes por actividades vinculadas al narcotráfico, fue sentenciado por el delito de homicidio culposo agravado de Manuela Jaqueline Ponce, en el marco de una persecución a alta velocidad por la ruta provincial 94, a la altura del paraje Atalaya.

Ferreyra se desplazaba en un Renault Fluence color bordó, acompañado por otra persona que aún no ha sido identificada, y por un vehículo de apoyo –un Chevrolet Onix–, ambos cargados con casi 300 “ladrillos” de marihuana.

La víctima, de 21 años, estudiante de magisterio en el Instituto Jorge Luis Borges, regresaba a su casa en Atalaya conduciendo una motocicleta Gilera Smash azul.

El impacto fue brutal: la joven fue despedida varios metros y murió en el acto por politraumatismos y fracturas múltiples, según consta en el acta de defunción.

“El hecho ocurrió en una zona con una velocidad máxima permitida de 60 km/h. Ferreyra iba a altísima velocidad y realizó una maniobra de sobrepaso totalmente prohibida sobre un puente, lo que desencadenó la tragedia”, explicó el abogado querellante, Pablo Ordenavía.

El abogado también detalló que la víctima tenía colocado el casco, lo que demuestra que cumplía con las normas de seguridad vial.

Sin embargo, la magnitud del impacto hizo que saliera despedida del vehículo y cayera entre los matorrales a unos 20 metros del lugar del choque.

Perfil del condenado: un narco del Alto Uruguay misionero
Marcelo Ferreyra es conocido en su localidad natal, San Javier, por su apodo “Botica” y por sus presuntos vínculos con el narcotráfico en la zona del Alto Uruguay, un corredor históricamente utilizado para el tráfico de estupefacientes desde Paraguay hacia el interior argentino.

Aunque no contaba con condenas previas firmes, ya había sido mencionado en causas vinculadas al transporte de drogas.

El día del hecho, intentaba eludir un control de Gendarmería junto a un cómplice, a bordo de dos vehículos que trasladaban 289 panes de marihuana.

Pese a haber sido condenado por el homicidio, Ferreyra aún deberá enfrentar un proceso penal por narcotráfico en la ciudad de Paso de los Libres, donde se encuentra radicada la causa por el transporte de estupefacientes.

“La imprudencia, la negligencia y la violación de normas de tránsito elementales fueron determinantes. La justicia entendió que no se trató de un simple accidente, sino de una muerte provocada en el contexto de un delito mayor”, sostuvo Ordenavía.

¿Habrá apelación?
Por el momento, la familia de la joven fallecida no ha decidido si apelará la sentencia, aunque el abogado querellante dejó abierta esa posibilidad.

Mientras tanto, el nombre de Marcelo Ferreyra sigue resonando no solo por la condena por la muerte de una inocente, sino también por su rol en una cadena criminal que, como tantas veces, deja a su paso vidas truncadas y comunidades marcadas por la violencia.

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