Garupá: dolor y reclamo por justicia tras la muerte del niño de 5 años atropellado por un conductor ebrio
La comunidad del barrio Fátima sigue consternada por el trágico accidente ocurrido en la Ruta Nacional 12, en Garupá donde Samuel Da Silva, un niño de cinco años, perdió la vida al ser atropellado junto a su abuela, Elida Beatriz S., a la salida del culto de la iglesia en la que asistían. A tres días del suceso, el dolor y la indignación persisten entre familiares y vecinos.
El conductor del vehículo, identificado como Celso Velázquez, de 64 años, manejaba en estado de ebriedad al momento del accidente. Según las autoridades, registró 0,82 gramos de alcohol en sangre y circulaba a alta velocidad. Vecinos que presenciaron el impacto lo detuvieron en el lugar, antes de que las fuerzas policiales llegaran.
Elida, de 54 años, permanece internada con múltiples fracturas y contusiones, aunque su estado de salud muestra signos de mejoría. La familia, sumida en el dolor, se aferra a la esperanza de su recuperación mientras enfrenta el vacío dejado por Samuel, quien era el menor de siete hermanos y vivía mayormente bajo el cuidado de sus abuelos.
El accidente ha despertado un fuerte clamor por justicia. Las pericias determinaron que el impacto del vehículo desplazó el cuerpo del niño más de 60 metros, evidencia del exceso de velocidad y la imprudencia del conductor. Para los familiares de las víctimas, este hecho simboliza las consecuencias de una conducta irresponsable que marcó a su familia para siempre.
En un contexto de profunda tristeza, los allegados a Samuel apelan a su fe para sobrellevar la pérdida, mientras confían en que las autoridades garantizarán que el caso no quede impune. La tragedia pone nuevamente en discusión la necesidad de mayor conciencia vial y controles estrictos para evitar que hechos como este se repitan.