Las investigaciones preliminares sugieren dos posibles móviles del crimen. Por un lado, se presume que el asesinato podría haber sido un ataque premeditado de narcotraficantes que buscaban apoderarse de avionetas en el aeroclub para el transporte de estupefacientes. Por otro lado, se considera la posibilidad de un ajuste de cuentas, aprovechando que Miñarro estaba solo en la guardia debido a la ausencia de otros efectivos que debían estar presentes.

El predio del Aeroclub, que no cuenta con cámaras de seguridad, complica la obtención de imágenes claves del interior. No obstante, los investigadores analizan grabaciones de dispositivos particulares del barrio cercano para identificar a los responsables.

Por otro lado, las fuerzas de seguridad de Misiones informaron que, días previos al ataque, un grupo armado compuesto por al menos siete hombres de nacionalidad paraguaya habría ingresado a la provincia por el pique “Gamarra”, en el barrio Santa Rosa de Puerto Iguazú. Este grupo, que se desplazaba en una camioneta Ford Ranger negra, habría cambiado recientemente de vehículo, utilizando ahora una Toyota gris con cúpula.

Un operativo sin precedentes

En respuesta al ataque, se desplegó un megaoperativo en toda la provincia, con controles reforzados en rutas y avenidas clave. La búsqueda de los responsables continúa, mientras la comunidad permanece en estado de alerta por la gravedad del hecho.

El asesinato de Miñarro deja al descubierto las dificultades en las condiciones de trabajo de las fuerzas de seguridad, en particular en puestos clave como la Base de Infantería, donde la falta de personal al momento del ataque pudo haber facilitado el accionar de los delincuentes.

La provincia de Misiones sigue conmocionada mientras espera que las investigaciones avancen para esclarecer el brutal asesinato y llevar a los responsables ante la justicia.