Perfiles Urbanos
Cuando la espiritualidad combina con el deporte

VIDEO | Devoción y fe: la peregrinación en remo a Itatí desde Posadas que lleva más de tres décadas de historia

Así se vivió la edición y experiencia de este año.
Galo Bernal y su hijo, con quien comparte su misión de fe.
La peregrinación combina la espiritualidad con lo deportivo.
La travesía de este año fue bajo lluvia.

Desde hace más de tres décadas, una particular muestra de fe recorre el río Paraná. Guiados por la imagen de la Virgen de Itatí, un grupo de peregrinos se embarca en una travesía espiritual y deportiva, remando desde Posadas hasta la Basílica de Itatí en Corrientes. Galo Bernal, profesor de educación física y coordinador de esta singular peregrinación, compartió su experiencia con NOVA.

Sobre los orígenes de esta travesía, Bernal recuerda que todo comenzó con una invitación en 1991, que recién pudo aceptar al año siguiente, el cual se convirtió en una forma de vida y de expresión de fe. “En 1992 comenzamos esta travesía desde el balneario El Brete, en Posadas, y remamos hasta Itatí. Lo hicimos de forma ininterrumpida, salvo en 2020 debido a la pandemia.”

La iniciativa surgió como alternativa a las peregrinaciones en bicicleta y automóvil. A pesar de no poder unirse en el primer intento, Galo tomó las riendas del proyecto y no ha dejado de organizarlo desde entonces.

Lo que comenzó como una actividad deportiva se transformó en un compromiso espiritual: “comencé como un acto deportivo, pero después me di cuenta de muchas cosas. Es el momento en el año en el que realmente me conecto con Dios. Creo mucho en la Virgen. Fue algo que me fue cambiando la vida. A veces quise dejar de organizar, pero siempre algo me llevó a continuar.” Esta devoción le permitió consolidar un equipo, mejorar los recursos y fortalecer el espíritu de comunidad.

Superando obstáculos con fe

Las condiciones climáticas no siempre son favorables, pero Bernal y su grupo afrontan cada desafío con valentía y fe. “Prefiero la lluvia antes que el sol. El sol nos quema y duele la cabeza, mientras que la lluvia es una bendición. Solo temo a los rayos. Cuando enfrentamos tormentas y vientos fuertes, muchas veces debemos costear y esperar, pero lo tomamos como penitencia.”

Historias conmovedoras surgen en cada peregrinación. Durante una ronda en Yahapé, Corrientes, los participantes comparten sus experiencias: “es impresionante cómo se cumplen las promesas. Un hijo que consigue trabajo, alguien que supera una adicción, un auto robado que aparece... Yo solo voy a dar gracias. Mi vida me llevó a lo que soy hoy gracias a estas experiencias”.

El financiamiento es un desafío constante, pero el apoyo de empresas privadas y del gobierno permite mantener viva esta tradición. “Pedimos colaboraciones en combustible y alimentos, además de una inscripción.

Algunas empresas nos apoyan desde 1999, y el gobierno, aunque cambia de administración, siempre colabora de alguna manera”. Además, la solidaridad trasciende la travesía: organizan actividades para niños en Yahapé, entregando ropa, juguetes y alimentos.

Mirando hacia el futuro

Con 58 años y tres hijos que siempre lo apoyaron, Galo Bernal mira con esperanza el camino que queda por recorrer: “esperamos seguir yendo a Itatí todos los años hasta que Dios nos lo permita. Ya van 32 ediciones y queremos muchas más.”
La peregrinación en remo a Itatí es mucho más que una actividad deportiva. Es una manifestación de fe, compromiso y comunidad que navega con fuerza y devoción por el majestuoso río Paraná.

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