La alarma, recibida a las 10:00 a través del servicio de emergencias 911, provocó la evacuación inmediata de estudiantes y personal, además del corte de tránsito en las calles cercanas, en un operativo que estuvo a cargo de la Unidad Regional I de Posadas y los equipos anti-bombas de la Dirección de Bomberos. Luego de revisar el colegio en su totalidad, las autoridades determinaron que se trataba de una falsa alarma.

En el transcurso de la investigación, la policía identificó al presunto autor de las amenazas: un joven de 18 años, estudiante de otra institución. El sospechoso fue trasladado a la comisaría, donde se le notificó la causa en su contra por "intimidación pública" y se le incautó el teléfono celular para profundizar las pericias. Horas después, el joven fue liberado, pero deberá presentarse ante la justicia mientras avanza el análisis de los elementos secuestrados.

Autoridades del Instituto San Basilio Magno, donde estudia el implicado confirmaron que la institución reforzará las medidas de control sobre los celulares, retirándolos a la entrada y custodiándolos en Preceptoría. Según las primeras indagaciones, el acto podría haber sido una broma de sus compañeros usando el teléfono del sospechoso sin su permiso.

El jefe de la Unidad Regional I, Ramón Morinigo, destacó la colaboración de la Secretaría de Apoyo para la Investigación Compleja y del área de cibercrimen en el operativo, y aseguró que la evacuación fue pacífica y sin heridos. Mientras tanto, las autoridades continúan investigando para esclarecer los detalles del hecho y determinar las responsabilidades. El director del San Basilio lamentó las consecuencias del acto, enviando un mensaje de disculpas al Instituto Santa María y a las familias afectadas.