Este grupo, conocido como "Jóvenes por la Educación", ha crecido de manera exponencial desde su creación en mayo de 2023. Sofía Rotta, una de sus integrantes más activas, nos cuenta su experiencia y el impacto de esta iniciativa en su vida y en la de muchos otros.

Sofía, estudiante de cuarto año de la Licenciatura en Trabajo Social en la Universidad Nacional de Misiones (UNaM), nos relata cómo comenzó este proyecto, liderado por Pablo Lliej, un joven profesor de historia que aún no se había recibido cuando decidió crear el grupo.

"Todo surgió por la preocupación de Pablo sobre la deserción escolar. Al principio, íbamos al barrio con la merienda, que salía de nuestro bolsillo, y la idea era dar clases de apoyo para evitar que los chicos abandonaran la escuela", explica.

Sin embargo, lo que encontraron en el terreno fue mucho más alarmante. "Nos dimos cuenta de que el problema iba más allá; había chicos de 12 o 13 años que no sabían leer ni escribir. Fue un golpe duro ver a esos chicos sentirse mal o llorar porque no sabían", cuenta Sofía conmovida.

Lejos de desanimarse, el grupo decidió capacitarse para enfrentar el desafío de la alfabetización. Contactaron a una psicopedagoga de Buenos Aires, Sabrina, quien los visitó recientemente para acompañarlos en la celebración del mes de las infancias.

"Algunos de los chicos, especialmente quienes estudian profesorados de primaria o educación especial, se capacitaron y comenzamos a usar cuadernillos de alfabetización para todos los chicos, sin importar las edades", señala Sofía.

Este esfuerzo coordinado no solo busca enseñar a leer y escribir, sino también empoderar a los niños, brindándoles las herramientas necesarias para enfrentar el futuro con confianza.

Solidaridad en acción

Aunque la educación es el eje central del grupo, su labor no se limita a las aulas. "A veces la gente nos dona alimentos no perecederos, y lo que hacemos es repartirlos entre los chicos para que los lleven a sus casas. Nos preocupa que no todos puedan comer las cuatro comidas diarias", explica Sofía. Además, realizan campañas de recolección de ropa, con puntos de acopio en distintos barrios de la ciudad.

El grupo ha crecido rápidamente, pasando de tres personas a 156 miembros en poco más de un año. "Algunos somos voluntarios más 'activos', que vamos más frecuentemente al barrio, y otros, por cuestiones laborales o de estudios, acompañan cuando pueden. Lo que más nos sorprende es cómo el grupo se ha expandido, con tantas personas dispuestas a ayudar y brindar contención a los peques", dice con orgullo.

Actualmente, las actividades del grupo se centran en el barrio El Porvenir II, donde colaboran con dos merenderos: "Los Peques" y "Rayito de Luz". Allí, no solo brindan merienda y clases de apoyo, sino también un espacio de juego y aprendizaje para los niños.

Sin embargo, el grupo no se detiene ahí. Están en proceso de expandir sus actividades de alfabetización a otros barrios. Recientemente, colaboraron con el barrio "Alberto Fernández", llevando juguetes y merienda para el festejo del mes de las infancias. "Aunque no pudimos estar presentes en el festejo porque ya teníamos otro programado, quisimos ayudar en lo que pudimos", comenta Sofía.

Para Sofía, ser parte de este grupo ha sido una experiencia enriquecedora, tanto a nivel personal como académico. "Siempre quise unirme a un grupo así, y cuando vi la oportunidad, no lo dudé. Es algo que me hace feliz y que, además, se relaciona mucho con mi carrera. He podido conocer otras realidades y ver ese lado que nunca se muestra en las noticias", reflexiona.

Cuando se le pregunta sobre el impacto de esta experiencia en su vida estudiantil, Sofía destaca el valor de aprender a ver más allá de las carencias materiales.

"Lo que más me ha brindado la carrera es la capacidad de ver las potencialidades de las personas. Los chicos tienen muchas ganas de aprender, y eso es algo que nos encanta".

Uno de los aspectos que Sofía subraya es que la gestión del grupo es completamente apolítica. "Lo que hacemos es a pulmón y con la ayuda de todo aquel que quiera colaborar. Recibimos donaciones de lo que usamos para la merienda, como chocolatada, azúcar, frutas, galletitas, etcétera. La mayoría de quienes nos escriben para colaborar son emprendimientos, y nos encanta darles la oportunidad de crecer mediante este lindo gesto", explica.

¿Cómo Unirse a la Causa?

El grupo "Jóvenes por la Educación" sigue abierto a nuevas incorporaciones. "Para formar parte, solo tienen que entrar al link que está en nuestra página de Instagram jovenesxlaeducacion, eso los dirige al WhatsApp de Pablo, quien recibe a quienes quieran unirse y los agrega al grupo", concluye Sofía, invitando a todos los interesados a sumarse a esta noble causa.

En un mundo donde las noticias suelen estar llenas de negatividad, es alentador saber que hay jóvenes como Sofía y sus compañeros, dedicados a transformar la realidad de sus comunidades a través de la educación y la solidaridad. Con su esfuerzo, están construyendo un futuro mejor, un paso a la vez.