Según lo que se pudo reconstruir hasta el momento, Kiczka llegó solo al sitio, conduciendo su Toyota Corolla, y solicitó alojamiento al cuidador, argumentando problemas familiares. Sin saber que era un prófugo, el cuidador le permitió quedarse en una precaria cantina, donde Kiczka pasó sus días hasta ser identificado por una vecina, quien lo reconoció al ver su foto en las noticias y alertó a la policía.

La policía local llegó al camping y encontró el vehículo de Kiczka estacionado bajo un árbol. En el operativo se le incautaron 100 mil pesos en efectivo, dos teléfonos celulares y varias tarjetas bancarias. Las autoridades esperan que el análisis de los dispositivos aporte pistas sobre el paradero de su hermano, Sebastián Kiczka, quien sigue prófugo y es buscado por el mismo delito.

La vecina que lo reconoció reveló que Kiczka se había presentado como "Germán", afirmando estar en un retiro espiritual. Durante los seis días que permaneció en el camping, Kiczka no mostró signos de estar alterado y convivió pacíficamente con las pocas personas que estaban en el lugar. Sin embargo, tras reconocer su rostro en las noticias, la vecina no dudó en contactar a las autoridades, lo que permitió su captura.

El caso ha generado gran conmoción en la localidad, especialmente para la vecina que lo identificó, quién teme por su seguridad debido a la influencia y el poder del acusado. La búsqueda de Sebastián Kiczka, hermano del diputado detenido, sigue en curso.