Perfiles Urbanos
La historia de Gimena Holoveski

El desafío de ser motorista de Uber en Posadas: "Esto es lo que tengo y me da de comer"

Gimena Holoveski, motociclista y trabajadora de Uber, comparte su experiencia en un trabajo lleno de libertad pero también de riesgos.
Ser motociclista en una ciudad como Posadas presenta desafíos únicos, pero cuando se es mujer, esos desafíos se multiplican.
Gimena Holoveski, una joven que recientemente se embarcó en la aventura de trabajar como motorista de Uber, le cuenta a NOVA su experiencia.
A sus 27 años, Gimena decidió dar un giro radical a su vida: renunció a su empleo en una veterinaria para comprar una moto y sumarse a la plataforma de Uber en diciembre de 2023.
La moto. Gimena se compró una motocicleta tras renunciar a su antiguo trabajo y entró a formar parte del staff de Uber.

Gimena Holoveski, motociclista y trabajadora de Uber, comparte su experiencia en un trabajo lleno de libertad pero también de riesgos. Como mujer, enfrenta desafíos, desde la inseguridad en las calles hasta la necesidad de equilibrar sus horarios con la seguridad personal.

Ser motociclista en una ciudad como Posadas presenta desafíos únicos, pero cuando se es mujer, esos desafíos se multiplican. Enfrentar el tráfico, la inseguridad y las demandas de un trabajo en constante movimiento ya es de por sí difícil, pero hacerlo como mujer implica lidiar con miedos adicionales. En este contexto, Gimena Holoveski, una joven que recientemente se embarcó en la aventura de trabajar como motorista de Uber, le cuenta a NOVA su experiencia.

A sus 27 años, Gimena decidió dar un giro radical a su vida: renunció a su empleo en una veterinaria para comprar una moto y sumarse a la plataforma de Uber en diciembre de 2023. "Renuncié porque quería retomar la facultad con todo y también por temas personales; venía de la pérdida de mi papá, y no me estaba sintiendo bien anímicamente", explica, recordando un período difícil en su vida.

Desde entonces, Gimena ha experimentado lo que significa trabajar bajo sus propios términos. "En cuanto a los tiempos, yo los manejo: si quiero salgo, si no, no, en el horario que quiera o que pueda", comenta con una mezcla de orgullo y alivio. Sin embargo, reconoce que, económicamente, no es lo mismo que su antiguo empleo. "No gano como en la veterinaria, pero es relativo... depende de las horas que le pongas", dice, añadiendo que algunos de sus compañeros pueden ganar más que en un trabajo tradicional.

A pesar de la flexibilidad que le ofrece su nuevo trabajo, Gimena admite que hay miedos que nunca desaparecen. "Tengo miedo, claro... desde los controles donde algunos compañeros han perdido su moto sin razones claras, hasta la inseguridad en las calles", confiesa. Aun así, sigue adelante, consciente de los riesgos pero decidida a seguir con su trabajo. "No queda otra, esto es lo que tengo y me da de comer", resume, reflejando la realidad de muchos trabajadores independientes.

Aunque nunca ha enfrentado situaciones peligrosas directamente, Gimena prefiere evitar trabajar en horarios nocturnos, a pesar de la alta demanda y las tarifas dinámicas más lucrativas. "Me gustaría, pero no me animo", dice, revelando que fue repartidora en el pasado pero que hoy, la inseguridad la mantiene en alerta.

El desafío de ser mujer en un mundo dominado por hombres

Como mujer, Gimena enfrenta también situaciones de discriminación y acoso. "Me ha pasado que me digan “uh, pero sos re chiquita, ¿vas a poder?” o “¿vamos a llegar a destino?”. Son comentarios que atrasan", dice con firmeza. Sin embargo, mantiene una actitud resiliente y ha aprendido a manejar estas situaciones con calma.

La plataforma de Uber ofrece algunas herramientas para mitigar los riesgos, como la opción de elegir llevar solo mujeres o seleccionar usuarios con buenas calificaciones, algo que, aunque no siempre se respeta al 100 por ciento, le da un margen de seguridad. "A veces aparece un chico aunque elija solo mujeres, pero en general no me molesta", comenta. También ha tenido que lidiar con pasajeros que se acercan demasiado al viajar en la moto, algo que puede ser incómodo y peligroso. "Siempre es recomendable que se agarren de las manijas de la moto, no del conductor", explica.

A pesar de los desafíos, Gimena encuentra apoyo en la comunidad de conductores de Uber. "Tenemos un grupo en el que nos comunicamos y nos cuidamos entre nosotros. Hablamos del movimiento, compartimos advertencias sobre inseguridad y hasta conseguimos descuentos en repuestos para las motos", relata. Este sentido de comunidad es vital para ella y para otros conductores que, como ella, enfrentan los riesgos de la calle cada día.

Cuando se le pregunta sobre el futuro de su trabajo, Gimena es clara: "Ojalá algún día se formalice y se reconozca como un trabajo, con aportes y beneficios. Hoy en día muchos se lo toman como un empleo a tiempo completo, pero sin aportes es difícil llegar a una edad y no tener sustento económico". La falta de una reglamentación clara en Argentina deja a muchos conductores en una situación de vulnerabilidad, y Gimena espera que esto cambie pronto.

Gimena Holoveski es un ejemplo de cómo la economía de plataformas ha permitido a muchas personas buscar alternativas laborales, aunque no sin enfrentar desafíos importantes. Su historia es un reflejo de la búsqueda de equilibrio entre la necesidad y la seguridad, un equilibrio que muchos trabajadores independientes intentan encontrar en su día a día.

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