La denuncia, presentada por la Asociación de Plantadores del Nordeste Argentino (APNEA), llevó a un proceso sumarial que resultó en la separación de Peterson. Este último, según Hacklander, mantenía un cargo público en la Cámara de Representantes, algo prohibido para los miembros del sector privado, sindical y cooperativo del instituto yerbatero.

Mientras tanto, la situación económica de los productores de yerba mate sigue causando alarma. Según Hacklander, los productores pasaron de recibir 380 pesos en enero a 180-200 pesos en la actualidad, en un contexto de inflación del 80 por ciento. Esta caída en los precios ha dejado a los productores en una situación que calificó como "indigente".

Hacklander también mencionó la necesidad urgente de una licitación para la compra de estampillas, un proceso crucial para el INYM, que se enfrenta a desafíos debido a la falta de una figura presidencial en el ente yerbatero. Mientras tanto, el directorio debe decidir si nombra un reemplazo para Peterson o espera hasta las próximas elecciones, programadas hasta el 24 de septiembre.

Por su parte, Jonás Peterson, en diálogo con medios misioneros, argumentó que los motivos de su desplazamiento no eran válidos, ya que, según él, no ocupaba ningún cargo político designado o electo. Peterson sostuvo que su contrato no violaba las normativas del INYM, que permiten a los directores del sector privado trabajar ad honorem. Además, indicó que su crítica al Gobierno nacional por la desregulación del mercado de la yerba mate pudo haber influido en su separación.

La situación en el INYM y en el sector yerbatero sigue siendo complicada, con productores enfrentando serias dificultades económicas y una directiva en transición. La espera de nuevas elecciones y la resolución de la licitación para la compra de estampillas son algunos de los desafíos inmediatos que enfrenta el instituto.