El pasado fin de semana, la Unidad de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales “Misiones” de la Gendarmería Nacional allanó dos domicilios en el barrio A4 de Posadas. En una de las viviendas, detuvieron a una mujer sospechosa de vender drogas y explotar sexualmente a su hija adolescente.

En el otro domicilio, fue arrestado un sargento de la Policía de Misiones, identificado como Adrián Roberto Borda, quien se encontraba en disponibilidad por su implicación en un homicidio.

Borda, de 44 años, había sido excarcelado en abril por el Juez de Instrucción Uno, Marcelo Cardozo, tras cuatro meses de prisión preventiva. Junto con otros dos policías, enfrenta cargos por el asesinato de Mirta Rosa, así como por apremios ilegales, torturas y falsedad ideológica. Además, se les acusa de incumplimiento de deberes de funcionario público.

Las investigaciones sobre la venta de drogas y la explotación sexual comenzaron a raíz de una denuncia recibida. Tras corroborar los hechos, se realizaron los allanamientos que resultaron en la detención de la madre de la víctima y de Borda.

En el operativo, se rescataron a la adolescente explotada y a sus cuatro hermanos menores, quienes fueron puestos bajo protección de la Secretaría de Derechos Humanos de Misiones.

En el juicio celebrado el año pasado, otros dos policías fueron condenados por el abandono de persona en perjuicio de Mirta Rosa. Sin embargo, el fiscal Vladimir Glinka solicitó una nueva investigación para determinar la responsabilidad de los integrantes de la Brigada de Investigaciones de la Unidad Regional X en el homicidio.

Según la nueva investigación, los policías habrían atacado a golpes a Mirta Rosa y la dejaron abandonada en un descampado, donde falleció a causa de las lesiones.

La causa sigue en curso, y se espera que los responsables sean llevados nuevamente a juicio por estos crímenes.