La problemática se agravó cuando comenzaron a aparecer animales muertos entre los desechos. La percepción de la basura como un asunto cultural, donde algunos creen que pueden quemarla o simplemente desecharla en la vereda de enfrente, agrava el escenario ya complicado por la vegetación descuidada de la planta.

Los vecinos denuncian la falta de regularidad en la recolección de residuos, generando acumulaciones de basura en las veredas. Ante la incertidumbre de cuándo pasará el camión recolector, muchos optan por deshacerse de sus desperdicios durante la noche, perjudicando a quienes viven cerca. Además, han observado que personas de fuera de la zona también arrojan basura, contribuyendo al problema.

La proliferación de minibasurales no solo afecta la estética del barrio sino que se convierte en un serio problema de salubridad. Recientemente, se han encontrado perros muertos entre los desechos, presuntamente arrojados durante la noche. Los vecinos exigen que el municipio intervenga limpiando la zona, que IMAS mantenga el pasto corto y que el servicio de recolección de residuos sea más eficiente y regular.

Esta problemática no es exclusiva de Las Leñas, extendiéndose por toda la ciudad de las Cataratas, incluyendo barrios residenciales.