Antes de la apertura de las escuelas, una cantidad considerable de electores, en su mayoría personas mayores y trabajadores que debían cumplir con sus horarios laborales, estaban ansiosos. A pesar de la familiaridad con la disposición de las mesas, algunos enfrentaron inconvenientes al notar que los padrones no coincidían.

En la escuela Nº 615, la jueza de Paz Norma Fioranelli intervino al enterarse de boletas firmadas y selladas en la mesa 2681, ordenando su retiro y reemplazo por las boletas válidas. En la Nº 462, los electores reportaron puertas en mal estado que no cerraban correctamente, pero no elevaron quejas a las autoridades presentes.

Otro desafío destacado fue la queja de los fiscales, quienes afirmaron que los padrones estaban mal armados. Ante estos reclamos, los encargados de los partidos instaron a los fiscales a guiarse por los nombres de los electores en lugar de los números de orden, dada la confección incorrecta de los padrones.

Cerca de las 10 de la mañana, el movimiento en las calles se intensificó con la presencia de más vehículos de partidos políticos y, notablemente, micros del transporte público que trasladaron a los miembros de las comunidades Mbya de las 600 hectáreas hacia los centros de votación.