El paro fue convocado para los días lunes 24, martes 25 y miércoles 26 de julio y, de no tener respuestas de las autoridades provinciales, repetirían la medida el jueves 3 y viernes 4 de agosto.

La decisión vino después de que días atrás se firmara un nuevo acuerdo salarial en la Mesa Paritaria Docente en Misiones. La paritaria fue firmada los ministros de Educación Miguel Sedoff, de Trabajo Silvana Giménez, de Hacienda Adolfo Safrán, el presidente del Consejo General de Educación Alberto Galarza, entre otros, junto a entidades gremiales de la Unión Docentes de la Provincia, Sadop, Uda, Siddep y Amet.

Sin embargo, el (FTEL) decidió salir a las rutas a interrumpir el tránsito en lo que es la segunda semana, y más intensa, de movimiento turístico para Misiones. Este sector docente, que siempre reclamó aumentos mayores a los acordados entre los gremios y el gobierno, generó un caos en el tránsito a la altura de San Ignacio, donde se vivieron momentos de tensión.

El accionar de los autoconvocados se convirtió en un dolor de cabeza para el gobernador Oscar Herrera Ahuad, debido a las fuertes movilizaciones y cortes de ruta que realizan.

Desde hace dos años cobraron gran fuerza estos grupos de trabajadores de la educación que se organizan mediante las redes sociales y asambleas y que no forman parte de los principales sindicatos del sector.

Estos grupos crecieron notablemente al punto de obligar al Gobierno a reabrir las paritarias que habían acordado los otros gremios. La situación puso en el tapete la crisis que atraviesa la representación sindical que ya no puede contener a las bases que reclaman no solo mejoras salariales en un contexto de inflación descontrolada sino también por los docentes en situación irregular y por mejoras edilicias.

La semana también tuvo otro sonoro conflicto. La prohibición de hacer fila sobre el puente internacional San Roque González de Santa Cruz para cruzar de Encarnación (Paraguay) a Posadas causó un caos en las calles, ya que durante horas el tránsito estuvo bloqueado en la vecina orilla por trabajadores de frontera que se sienten perjudicados por las prolongadas demoras.

En la ciudad paraguaya, los trabajadores de frontera cortaron totalmente el acceso al viaducto, en la zona primaria.Los afectados bloquearon la entrada y la salida al paso en rechazo de la decisión de no permitir filas sobre el puente.

Lo cierto es que no se vislumbra ninguna solución inmediata y el caos continuaría por aproximadamente 15 días, tiempo en el que se espera tener concluidas las obras para habilitar una “vía de escape” para organizar la circulación. Lo particular es que la obra no será financiada por el Estado nacional, departamental o municipal, sino por el concejal encarnaceno Andrés Morel.

“Hoy me llamó el gobernador (de Itapúa) y me pidió que acelere y que veamos la forma de habilitar esta nueva vía de escape, que estamos haciendo con dos amigos, para poder tener la infraestructura sin tener que esperar esas largas licitaciones a las cuales nos acostumbra el Gobierno, porque los tiempos nos apuran. Creemos que de acá a 15 días podemos tener eso listo para que se utilice y que las calles dejen de estar saturadas de vehículos en espera”, calculó el edil.

Los comerciantes paraguayos son los más preocupados por la situación debido al impacto económico. “A nosotros nos impacta negativamente en las ventas este caos; puesto que la gente quiere irse temprano a raíz de que ya conoce de que el puente internacional va a estar cortado o en su defecto va a haber manifestaciones y eso hace que se demore mucho más el cruce hacia Posadas”, lamentó Daniel Ferreira, presidente de la Asociación de Comerciantes del Circuito Comercial de Encarnación.

“Tenemos un puente que lo único que hace es alejarnos entre argentinos y paraguayos en lugar de acercarnos. Nosotros tenemos desde hace mucho tiempo un muro imaginario del lado argentino que se llama Migraciones, Aduana y Gendarmería; por el trato denigrante, el maltrato y el escaso personal que ponen a la hora de atender a la gente que quiere ingresar o salir del país”, se quejó el empresario.

“Realmente necesitamos mayor voluntad de nuestras autoridades, como así también de las autoridades argentinas, para que esto sea más fluido. La relación comercial siempre va a existir, pero hay una cuestión social que se debe tener en cuenta. Gente que se hace tratamientos de salud en Posadas o gente argentina que viene a ver a sus parientes en Encarnación y viceversa”, reclamó el comerciante.